Nuestro hijo, con todo y su TDAH, lleva toda la semana sin dar lata. ¿Contentos? No, para nada.
La razón de este inusual comportamiento es que está inactivo debido a enfermedad. Fiebre, tos, dolor de cabeza. Lo tiene aplastado. Ni siquiera está yendo a la escuela, y el día de su cumpleaños no quiso que le cantarán las mañanitas sus compañeros, sólo quería recostarse.
Por supuesto, nos angustia bastante verlo así. Y todos estamos en las mismas, con los mismos síntomas.
Pero esta situación nos pone a reflexionar. Su "mal comportamiento" es señal de vitalidad, de salud, de "normalidad" en sus condiciones.
Por supuesto eso no significa que en adelante le vamos a permitir romper reglas y rebasar los límites porque "así es él", pero sí nos ayuda a entenderlo de manera diferente.
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